Hubo un tiempo en el que se miraba con alucinación desde Europa a lo que proponía la NBA para su calendario. Aquella época en la que se observaban de manera ojiplática los 82 encuentros de liga regular en el campeonato norteamericano pasaron a mejor vida, ya que el calendario a este lado del charco ya exige lo mismo que al otro. El Real Madrid puede dar buena prueba de ello y es que en los próximos seis días se enfrenta a tres viajes de alto kilometraje que convierten este tramo del calendario en su semana infernal.
Después de su última derrota en Euroliga, en casa ante el Monaco e in extremis, el Real Madrid regresa a la máxima competición continental con una doble jornada que les lleva este martes (20:30 horas) a disputar un siempre complicado encuentro en Múnich frente al Bayern. El cuadro madridista tratará de volver a la senda del triunfo para proseguir con él el jueves, en Kaunas, donde un clásico como Zalgiris recibirá a Chus Mateo y a sus pupilos (19:00 horas) con el Zalgiris Arena como escenario.
No contentos con el doble viaje de Euroliga, el Real Madrid afronta en la competición doméstica un encuentro de alta importancia, al tratarse de un duelo de líderes, frente a Lenovo Tenerife. Los blancos son visitantes, por lo que después de la doble paliza de Euroliga deberán coger un nuevo avión para medirse el domingo (13:00 horas) a un equipo que pese a su altísima posición en la tabla clasificatoria ya es de todo menos una revelación, más bien una realidad entre los grandes del baloncesto patrio.
De por sí, la semana del Real Madrid se asoma como agotadora para casi cualquiera que repare en estas líneas, pero el cúmulo de viajes será también de un número de kilómetros nada favorecedor a la hora de sacar el mejor rendimiento de los deportistas sobre la cancha. El Madrid comenzará con un traslado de 2.000 kilómetros de la capital de España a Munich, desde donde se marcharán hasta Kaunas, sumando 1.480 kilómetros más de recorrido.
Tenerife, última parada de la maratón
Los aviones hacen todo más rápido y cómodo, pero el traslado a los aeropuertos y las horas de vuelo no permiten el descanso óptimo de unos deportistas que se habrán fajado unas horas antes para luchar por la victoria de su Madrid. A los kilómetros ya recorridos hasta la segunda parada, en Kaunas, hay que sumarle los 3.279 de vuelta a la capital española, desde donde tras un descanso, la expedición madridista pondrá rumbo a Tenerife para disputar el último compromiso de la semana.
2.270 kilómetros hacia abajo y los correspondientes, tras el partido, de vuelta a la Península Ibérica, donde al Real Madrid le tocará hacer bagaje de los resultados de tres partidos que se encuentran en un tramo de temporada en el que los jugadores comienzan a no estar tan frescos, mientras el calendario les aprieta al máximo hasta convertir casi en insufrible un triple compromiso en el que el Madrid, pese a todo, tratará de lograr un pleno de triunfos.